Cuarenta manzanas de bosque han sido deforestadas en el cantón El Porvenir y El Carmen del municipio de Santo Tomás para la construcción de proyectos urbanísticos.
Desde hace más de un mes comunidades del cantón El Carmen y El Porvenir del municipio de Santo Tomás vienen denunciando ante el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y Fiscalía General de la República (FGR), la deforestación hecha por empresas constructoras de Grupo Roble y SIMAN en ambos cantones para la construcción de alrededor de 700 viviendas y un centro comercial.
“Para nosotros era una recarga hídrica, ni siquiera se había cultivado en ellos, árboles centenarios fueron talados y los pozos de abastecimiento de agua para la población ubicados en los alrededores de las 40 manzanas deforestadas corren el riesgo de secarse”, expresa Sonia Sánchez parte del Movimiento de Mujeres de Santo Tomás.
Por su parte Carolina Amaya, representante de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), en un foro organizado por las comunidades de la zona, se refirió al caso de Santo Tomás desde el enfoque del Cambio Climático ya que sus causas radican en los cambios de uso del suelo, “los cambios de la cobertura vegetal o boscosa conlleva a mayor contaminación de gases a la atmósfera y perdida en captación de agua”, principalmente frente al escenario del fenómeno del niño anunciado por el MARN para este 2015, expresa la ambientalista.
La deforestación según el párroco de la iglesia católica de Santo Tomás, Raymundo Brizuela, representa un daño irreversible para el ecosistema de la zona lo cual traerá consigo afectaciones directas para la población del municipio y del país; manifiesta.
Actualmente las constructoras continúan trabajando, sin embargo las comunidades piensan intensificar las acciones de incidencia para detener la obra, mientras el caso llevado por el MARN y el Tribunal Ambiental en la FGR brindan una resolución.