Ambientalistas de la Unidad Ecológica Salvadoreña, UNES, alertan a la población sobre nuevos larvicidas químicos usados para controlar el zancudo por ser los mayores sospechosos de causar microcefalia en recién nacidos.
A través de una conferencia de prensa Carolina Amaya, coordinadora de UNES y Mauricio Sermeño, presidente de UNES, dieron a conocer datos importantes sobre la epidemia del Zika en Brasil que apuntan a considerar que tras 18 meses de utilizar químico larvicida en las zonas con mayor número de personas enfermas de Zika detectaron un aumento de malformaciones congénitas, sobre todo microcefalia en recién nacidos. El químico utilizado es Piriproxifeno, larvicida químico producido por Sumimoto Chemical, una subsidiaria japonesa de Monsanto.
Por su parte, la Asociación Brasileña de Salud Colectiva (ABRASCO) denuncia esta estrategia de control químico por ser contaminante del medio ambiente, dañina para la población y además no logra disminuir la cantidad de zancudos. ABRASCO asegura que esta estrategia encierra una maniobra comercial por parte de la industria de venenos químicos que busca una profunda inserción en los ministerios latinoamericanos de salud pues esta estrategia desplegada en Brasil pretende ser replicada en nuestros países.
La Unidad Ecológica Salvadoreña, ante la alarma provocada por la epidemia del Zika y su relación con los plaguicidas, sugiere la prohibición de los agrotóxicos como principal medida de prevención.
UNES también hace un llamado al Ministerio de Salud para que aclare a la población sobre qué productos está utilizando para sus fumigaciones y orienta a la ciudadanía salvadoreña a realizar medidas preventivas para evitar la proliferación de criaderos de zancudos.