Comunidades de Ahuachapán Sur defienden el Derecho Humano al Agua y exponen su problemática ante medios de comunicación durante un recorrido desde el Río Paz donde inicia la Microcuenca el Aguacate pasando por el manglar ubicado en la comunidad Bola de Monte y finalizando en el zanjón El Cuje en Garita Palmera.

La crisis del agua a nivel nacional, no solo afecta a zonas urbanas también es una emergencia para las comunidades rurales, tal es el caso de Ahuachapán sur en San Francisco Menéndez donde la industria cañera utiliza desmedidamente el recurso hídrico, interviniendo el río Paz para desviar agua hacia la microcuenca o zanjón El Aguacate y con la construcción de dos represas e instalación de maquinaria extraen el agua que utilizan para riego.

“Este fenómeno impacta severamente en los ecosistemas ya que esta intervención limita el paso de agua dulce al manglar de la zona por tanto reduce el desarrollo y productividad del manglar pero además agudiza la pobreza de las comunidades cercanas”, explicó Álvaro Orellana presidente de la Asociación Istatén que está conformada por habitantes de la zona para protección de los recursos naturales.

A través de la organización comunitaria mediante denuncias involucraron al Juzgado Ambiental y otras autoridades gubernamentales para detener este abuso por parte la industria cañera y lograron por orden del Ministerio de Agricultura y Ganadería la eliminación de las represas en el cauce del zanjón del Aguacate que sobreexplotaban la microcuenca.

Sin embargo continúa siendo visible esta práctica de explotación del recurso por la industria cañera en otras fuentes de agua. Además pudo evidenciarse durante el recorrido el impacto que la sequía tiene en el deterioro de 6 manzanas de manglar en la comunidad Bola de Monte y la escasez de agua que viven a diario más de 250 familias en la zona de Ahuachapán sur.

Las comunidades también participaron de una jornada de limpieza en el Zanjón El Aguacate y liberaron de obstrucción el río para que el flujo de agua dulce logre llegar a las comunidades y al manglar.

El Recorrido finalizó en el Zanjón El Cuje en Garita Palmera donde por iniciativa de la Asociación Istatén sembraron 40,000 candelillas de mangle rojo y a través de vigilancia comunitaria buscan garantizar el cuido de la fauna que alberga el manglar y la preservación de las 5 especies de mangle con las que cuenta la zona.

Gregorio Ramírez de UNES hizo un llamado a las autoridades a estar pendientes de las problemáticas de las comunidades sobre todo a dar cumplimiento a las leyes cuando las acciones de la industria tiene afectaciones en la población, también recalcó que es urgente la aprobación de la Ley General de Aguas que está pendiente por la Asamblea Legislativa ya que hasta la fecha no existe normativa que contribuya a la defensa y cuido del recurso hídrico