El 2020 ha sido un año marcado por la pandemia del COVID19 que ha dejado en el mundo más de 1.5 millones de muertes (CSSE, 2020) y ha implicado solo en Latinoamérica la pérdida de 38 millones de empleos y un decrecimiento del -5.3% de la economía (Bárcena & CEPAL, 2020).

Por otro lado, el cambio climático, una enfermedad producto de el modelo de desarrollo capitalista, ha continuado generando sus efectos en las poblaciones con mayor vulnerabilidad. En El Salvador, en el periodo de invierno se han tenido cinco eventos climáticos que han afectado al país, entre ellos la tormenta Amanda y Cristóbal en junio que perjudicó a más 29 mil familias generando la pérdida de más de 8 mil manzanas de maíz (OCHA-ONU, 2020).